miércoles, 30 de abril de 2008

Mi mesías camina por mi utopía

He escrito demasiado. Los comments son como gasolina para mis dedos, siento que estoy siendo leído y eso me causa adicción. Además, la nueva oleada de blogs me ha hecho querer defender el mio. Sí, el ego siempre hace esas cosas. Las palabras son mi arma y son mi escudo. En un momento de guerra no puedo más que seguir escribiendo. Si estás preparado para enfrentarme en mi terreno, no llores cuando no seas capaz de seguirme el ritmo. Si te sientes aludido entenderás que es contigo.

Me causa diversión y me suena estúpido que alguien pretenda leer lo que no es y asegurar cosas que no sabe. Tampoco es que soy tan diestro con las metáforas como para que no me entiendan. Mis escritos siempre son creados cuando deben ser creados. Alguien o algo los inspira, no escribo por escribir. Este es mi arte, es mi alma en su estado más puro. Nada más. Escribo para vivir y vivo para escribir. Si no lo hago, exploto. Así de simple, así de perfecto.

Como he dicho en otras ocasiones, creo en la sinceridad. Soy devoto de la lealtad. Es por eso que quiero aclarar, una vez más, que cuando alguien tiene que saber lo que pienso, lo sabrá directamente, y no a través de este blog ni de terceros. Quienes me conocen de verdad saben que puedo llegar a ser muy pesado cuando comienzo a hablar. Es mi delito hecho forma de vida. Nací expresivo, pero sólo cuando la situación y sobretodo, la persona lo merecen. No hay dobles páginas en mis discursos, soy como soy y trabajo cada día por no permitir que nadie cambie ni el más mínimo detalle de mi perfecta imperfección.

No niego que a veces es molesto no ser como los demás. Es sólo un estado de debilidad, pues no hay razón verdaderamente fuerte para no estar orgullosos de lo que somos y queremos ser. Al diablo con las personas que no comprenden más allá de lo básico, al diablo con quien no ve la belleza de lo sublime, la perfección de las diferencias, lo pequeño de la esencia.

Me declaro en contra de la estrechez mental. Me niego a aceptar que los delitos capitales sean los dioses de mi vida. Si para alguien no es posible vivir sin volverse esclavo de lo mundano, agradezco a la providencia que nos separe para siempre... O al menos haga de su existencia algo accesorio para mi supervivencia.

Me declaro defensor de lo pequeño, de la eterna juventud... Pero no la enferma, sino la juventud previa a la falsa revolución. Creo en la necesidad de destruir los errores que sólo nos llevan a la perdida de nuestra consciencia. Creo en la llegada de la verdadera revolución, la que ya existe en mi y comienza a apoderarse de varios de mis semejantes. La vida puede ser una sorpresa si somos capaces de eliminar de ella la errónea esperanza en valores vacíos, que no son más que un fin en si mismos, que se limitan a ser túneles de escape cuando no encontramos el camino correcto.

A pesar de caer en confrontaciones que considero innecesarias, me declaro a la espera de mi mesías. Sí. Existe. Lo puedo escuchar. Lo he visto, aunque no lo conozco. No existe fuerza alguna en el universo mundo que me haga volverme desertor de mi ejército. A veces asombra que las personas sean capaces de erradicar de sus vidas la fe, al creerse, erróneamente, dueños de una sabiduría que no puede ser ganada en segundos de diferencia, cuando la verdad es que estamos hablando en escalas de años luz. (El que entienda este párrafo y no me diga una nimiedad, se ganará mi respeto y mi absoluta confianza, lo juro por Lord Voldemort) (Big Fish, no aplicas, ya he comprobado que tu poesía y tu inteligencia son dignas de mi admiración.)

La perfección es generalmente descrita como una utopía. No es cierto. Para los defensores de la verdad, no existen cosas imposibles en el campo de la belleza y de los sueños. No la belleza de los cuerpos, no los sueños banales. La belleza de la idea, la hermosura de la idealización, incluso lo paradójico de la imperfección. A veces es necesario soñar con la desilusión, para creer en la perfección. Un sueño puede llegar a ser el alma de la verdad, que en realidad, no es más que el motor que mueve la vida. Nunca olvides soñar, porque cuando lo hagas estarás muerto.

No creeré nunca en las promesas arrepentidas. Son eso, arrepentimientos. Quien promete luego de un error promete con la vergüenza de la derrota como títere de sus vocablos, y nunca será capaz de cumplir siendo manejado por un sentimiento de pena. No me ofrezcas tu amistad si en el día anterior te has dado cuenta que has destruido una parte de nuestra relación. Sólo te mientes a ti mismo, porque yo me río y vuelo tan lejos que no me puedes ver. ¿Lo habías notado?

La nueva era de este blog ha comenzado. El Ave María y mi Sacred Tree presentes. Será lo que yo y mis musas quieran que sea. Será libre, será por siempre joven, desde la adversidad hasta las estrellas, dispuesto a todo por triunfar. Lástima si ya has aceptado la derrota, lástima si tu vida se ha vuelto dependiente de la resignación.

La mía... La mía no. ¿Verdad Mesías?


Per Ardua Ad Astra In Omnia Paratus.



3 comentarios:

Anónimo dijo...

Creo que lo vi venir. Lo aveticine en mi pensamiento, creo que eres un ser en constante evolución y eso es digno de admirar. Creo que ningún amigo o conocido converge ideas de una manera tan expresiva y tan imponente como tu, es excelente, sabes? (y no es por querer halagarte, sino que lo pienso verdaderamente).

Estos parrafos son casi como una ventana no solo a tu modo de ver las cosas sino al coro de tu propia alma, y no muchos llegan a exponerse tan así. Los que te conocen super bien deben estar alegres de contar con tu presencia, tus consejos y tus reflexiones en tu lucha que es la lucha de todos, inclusive la mia. Espero llegar hasta ese punto, lo ansio de veras. Hasta ahora te admiro de distancia. Ojala que eso cambie muy pronto y que no sea una lejana utopía, querido amigo.

¿Puedo tambien esperar al mesias? Quien sabe, eso tal vez me sienta bien...

D

Monsieur Jeanpix dijo...

Mi estimado...
Hahahaha, a este tipo de miedo me refería yo al comienzo de mi blog, pero bienvenidas sean tus diferencias.
Leyendo nuevamente tu entrada "Mi mesías camina por mi utopía", veo que nuestras diferencias son más de forma que de fondo. Aunque pueda sonar contradictorio, yo abarqué mi analísis desde un punto de vista más pragmático, tú lo enfocaste más subjetivo y retórico; sin embargo nuestras palabras se dirigen a una misma dirección: la expresión y una meta utópica: la materealización.
Anónimo, no sabes cuán gratificante es contar en alguien como ÉL para ser llamado AMIGO...

Looking foward to read more from you!

Best regards

Tercero [R]* dijo...

debo hacerte el comentario por qe en verdad me nace... y quiero felicitarte por ese buen modo conciso y directo de manifestar el orgullo que tienes, y aunque en gustos sexuales no compartamos las mismas ideas alago infinitamente esa redaccion constante qe hace de un buen escritor.
espero puedas pasar por el blog qe he creado la direccion es

http://callejontruchaalucinanante.blogspot.com/

ciao ¡

paaaaaz ¡¡ buena ondaaaa¡




[R]*