miércoles, 28 de enero de 2009

Hotter Than That Night

Viene mi cumpleaños. Prepárense para recibir una avalancha de información y cambios.... No sólo porque me pondré más viejo, sino porque pienso celebrarlo con todas las de la ley. Febrero es el mes del cambio y pienso cambiar algunas cosas.

Me corté el cabello. He superado un poco la crisis necesaria que ocurrió a comienzos de enero y ahora estoy en una fase de readaptación a las nuevas realidades. Nueva gente, nuevas víctimas, nuevos proyectos. Dejando el pasado donde debe estar: en la memoria.

No tengo ganas de escribir porque me he vaciado de toda idea absurda y del impulso que antes me hizo escribir demasiado. Me limitaré, por ahora, a contarles lo que suceda, nada más. Quiero tener sexo con alguien que antes me parecía totalmente ajeno a esos deseos. Eso es lo único que domina mi pensamiento en estos momentos.

Os recomiendo no sufrir demasiado si esperabais una nueva ola de verdades. Ya vendrá nueva gente que me motive a escribir. Por ahora, nadie es importante. Mientras tanto, lean mis viejas crónicas y aprendan un poco de ellas, si es que quieren, que si no, poco me importa.

Aprovecho para dejaros una canción que me tiene loco y que está siendo mi himno.


Electropop hot
An addiction when I cant stop
I may be your sweet spot
Take me to your candy shop
Electropop hotter
Friction when its getting hot
I'm feeling like its getting hot
Come on baby what you got




PS: Sex is getting closer.



Take care bitches, The Prince is not going to give you any advice.
Prince Javier
Gay by Nature, Absolutely Fabulous By Choice







Do YOU remember this night?




sábado, 10 de enero de 2009

El Beso de la Muerte

Advertencia: Se ha determinado que cuando Javier amanece de mal humor sucederán cosas inesperadas.



Creo que es peor aún si además me acosté de mal humor. Y este es el caso. Llevo varios días molesto por una infinidad de cosas (sobre todo por dos) y he intentado ignorarlas, discutirlas, a ver si se me pasa. Pero no. Así que lo resolveré a la antigua manera de El Príncipe: escupiendo veneno. Busca tu antídoto si te sientes vulnerable, lo más probable es que resultes infectado.

No sé por donde comenzar... eso es señal inequívoca de que las cosas se han ido de control nuevamente. Lo rescatable de todo este desbarajuste es que estoy molesto, muy molesto conmigo mismo y con los que me rodean. Las razones de mi molestia personal las tengo plenamente claras, los motivos de mi molestia con los que me rodean comienzan a esclarecerse, aunque de cierto modo son viejas diferencias que han tomado nuevos matices y han recobrado importancia. So, el problema fundamental es que ahora no tengo ganas de poner las semejanzas sobre la diferencias...

Analizando todo obtuve un fuerte dolor de cabeza, una indigestión y una renovación de mis principios de vida. A ver, que no pienso cambiar mi manera de pensar aún cuando me toque asumir la presencia fija de gente que contradice mis ideas. Es una disonancia, pero es así y lo único que me queda es ser el observador que luego se convierte en voz de consciencia, esa voz que a veces es buscada para el tormento de los equivocados.

El ser humano siempre será una contradicción. Por más que se proponga cambiar y ajustarse a su manera de pensar, terminará haciendo exactamente lo contrario. Creo que mi "problema social" es que yo nunca hago lo que acabo de explicar. Si pienso de una manera, actúo acorde a ella. Si sé que me arrepentiré de hacer algo, no lo hago. Si sé que quedaré como una persona inmadura, necia, afectada, indecisa, descontrolada, absurda, contradictoria, baja, débil y acomplejada, no termino haciendo las cosas que otros hacen. Debo admitir que a veces me he visto tentado, pero afortunadamente soy mucho más racional que visceral. Lo único malo es que, por ser cuidadoso, tengo problemas para encontrar a otra persona cuidadosa. Pero ese es otro asunto que trataré más adelante.

Básicamente lo que pienso es que estoy asqueado, asqueado de no ser yo mismo por cumplir ciertos requisitos sociales que antaño me parecieron despreciables y ahora me lo vuelven a parecer. Me saturé, finalmente me saturé de tanto descontrol, de tanto error, de tanta falta de sentido común e ideas elevadas. Estoy plenamente seguro del pensamiento que ciertas personas tendrán al leer esto: un reflejo crítico defensivo de autojustificación. Sólo les puedo decir que eso, justamente, es lo que espero de ustedes. Mi error común con las personas es esperar que den más de lo que de hecho pueden dar. No más, al menos no con los mismos.

Eso me lleva a pensar que existen ciertas carencias en mi vida, carencias de personas, claro está. Creo que no he superado el drama adolescente de "nadie me comprende", pero en cierto modo es así. Quizá un par de personas lo hacen, y mi molestia es que no puedo ser del todo sincero con ellas por eventos del pasado que llevaron a construir una barrera invisible entre nosotros. El punto aquí es que estoy insatisfecho porque no estoy con quien quiero estar. Como dice un estimado amigo, A Prince needs a Prince, a Chuck needs a Chuck. Qué ladilla.

Ahora, estaba temiendo que pasara lo que finalmente pasó: prefiero estar sólo que mal acompañado. Y es que por negarme a aceptarlo he estado tolerando cosas que no me gustan, he hecho cosas que juré no hacer y he provocado daños en terceros a los que no quería lastimar. Es sencillo: llegué al límite de una etapa.

A algunas personas les sorprenderá observar las acciones que vendrán, pero si algo deben tener claro es que si una virtud me identifica es la de jamás engañar acerca de mi manera de ser. "Con Javier nunca se sabe..." ; "Javier puede pasar del amor al odio más rápido de lo que pestañea". Dejo constancia de que ninguna de esas dos frases las escribí yo, pero son maravillosamente acertadas.

La volatibilidad de la vida es un asunto que me causa verdadera fascinación. Por volatibilidad entiendo la rapidez con que ocurren los cambios. Aunque quizá es sólo una identificación personal y ególatra para definirme a la perfección. Sin embargo opino que porque las cosas ocurran rápido no por ello están menos predestinadas. Everything happens for a reason. Lo que ha venido ocurriendo es, sin duda, producto de la necesidad (no sé para qué) de que yo asuma una nueva manera de ver a las cosas y a la gente. Cambio, siempre cambio.

Las personas tienen un problema básico, un problema que puede llevarles a cometer el error de vivir desapegados a su propia esencia. No hablo de otra cosa sino de actuar como si no existiera mañana, el entregarse a la pasión momentánea olvidando de que toda acción, además de ser provocada por un estímulo tendrá una maldita e invariable consecuencia. Sencillo, que si cometes un error luego te arrepentirás hasta morir de la preocupación y del acoso de tu consciencia. Me ha pasado... Hace mucho que aprendí a evitarlo. Es un consejo, nada más. Luego no digan que no tuve razón, porque recuerden: siempre terminan dándomela.

No existe justificación posible para actuar sin control. No existe manera de sustentar la autodestrucción, el autoengaño y la mentira complaciente de quienes rodean a los equivocados. Sobre esto creo que no puedo ser más claro... Si algo me ha caracterizado es mi firme defensa de buscar sólo lo que necesito, pero no agarrar lo que más se le parezca con el simple pretexto de crear una mentira para no sentirme tan mal. La soledad es mala consejera... en la mayor parte de los casos. Creo que en mi caso es todo lo contrario, cuando estoy sólo soy más lúcido, centrado y objetivo que cuando no. Quizá es necesario aplicar esto para darse cuenta de que la felicidad es un estado que, aparte de sublime y poco duradero, no es producido por la compañía - ni los besos - de otra persona. Empecemos por entender lo que nos hace felices para no buscar maneras de engañar a la infelicidad: ella siempre sabe la verdad. Y, queridos amigos, admito que no soy para nada feliz, y eso es básicamente lo que me permite distinguir entre la falsa felicidad producida por sustitutos de lo que queremos y la felicidad sincera de quien acepta lo que de verdad quiere.

Llegué a pensar que mi problema central es que pienso demasiado. Ahora sé que es mi bendición principal. Ahora, necesito gente que piense tanto como yo... Y ese es un comienzo para buscarlo(s).

La certeza que tengo es que necesito un receso, un receso de la gente, un receso de ser el guardián, un receso de mí y de ti, un receso de todos. No sé exactamente cómo lo haré, ni quién resultará expulsado, ni quién asumirá los lugares de quienes se tengan que ir, que indudablemente serán varios. Pero ciertamente sucederá, como que este blog se titulará El Beso de la Muerte y ha llegado a su fin.


La mentira más común es aquella con la que un hombre se engaña a sí mismo. Engañar a los demás es un defecto relativamente vano.
El individuo ha luchado siempre para no ser absorbido por la tribu. Si lo intentas, a menudo estarás solo, y a veces asustado. Pero ningún precio es demasiado alto por el privilegio de ser uno mismo.

Ni sueñen que me despediré con un beso, bitches.

Prince Javier
Gay by Nature, Absolutely Fabulous By Choice